Esta fiesta cordobesa, que se celebra desde el año 1918, se une así a la Mezquita y al Casco Histórico cordobés para engrosar la Lista del Patrimonio de la Humanidad, por lo que convierte a Córdoba en toda una joya del planeta, y le carga a su vez de una enorme responsabilidad para cuidar y preservar sus bienes y sus tradiciones para que puedan disfrutarlas las futuras generaciones.
¿En qué consiste esta Fiesta?
La fiesta gira alrededor de un concurso de Patios que se celebra durante la primera quincena de mayo, en el que los propietarios engalanan y decoran sus viviendas para conseguir el preciado galardón que otorga el Ayuntamiento de Córdoba. Esta práctica ancestral se inició con los romanos y se retomó después por los árabes. Adaptaban la tipología de la casa popular a las necesidades y las costumbres de su cultura, y sobre todo a la climatología seca y calurosa de la zona, centrando la vivienda en torno a un patio con una fuente en el centro y en muchas ocasiones un pozo que recogía el agua de la lluvia. Los musulmanes añadieron una entrada a la vivienda desde la calle a través de un zaguán y colocando vegetación abundante para aumentar la sensación de frescor.
Paralelamente al concurso de patios se celebra otro concurso de rejas y balcones, y un festival con numerosas actuaciones folklóricas donde se dan cita los mejores cantaores y bailaores de la tierra. Todo esto acompañado de los mejores "caldos" de la tierra y sus inmejorables tapas.
Suena bien ¿no?. Disfrutar de los patios durante todo el día, el olor a jazmín, el azahar de los naranjos, la música flamenca, las deliciosas tapas y buena compañía, es una sensación única.
Ciertamente los patios andaluces encalados y repletos de geranios de distintos colores son una delicia y deben oler a gloria.
ResponderEliminarSi a esto le sumas la gastronomía y el arte de los andaluces tienes un cóctel inigualable.
Chao.
Me encanta Andalucía. Este año tengo un viaje a "Córdoba la Sultana". Sobre los patios son e s p e c t a c u l a r e s.
ResponderEliminarUn saludo.