Seguimos en batalla, pero cambiamos de munición. Dejamos las flores a un lado y nos pasamos a las “armas químicas”, y más concretamente al vino, la esencia de esta Fiesta de Interés Turístico Nacional que se celebra la mañana del 29 de Junio (festividad de San Pedro), dentro de las Fiestas de Haro dedicadas a San Juan, San Felices de Bilibio y San Pedro.
Una vez que el Regidor Síndico coloca el pendón de la ciudad en lo más alto de los riscos, da comienzo la misa en la ermita, y acto seguido comienza la Batalla del Vino. Todos los presentes se arrojan el vino los unos a los otros, sin importar si se es amigo o enemigo. Cualquier arma (que no sea de vidrio) para arrojar el vino es bienvenida (botas, botellas, sulfatadoras, pistolas de agua,...).
Sobre las 10:30 de la mañana, cuando ya se van acabando las fuerzas y las municiones, la gente se va retirando hacia los alrededores para secar sus ropas y reponer fuerzas con un suculento almuerzo donde no faltan los típicos caracoles.
Al finalizar el almuerzo, los supervivientes vuelven a Haro de nuevo en romería, hasta el puente sobre el río Tirón. A las 12 del mediodía se entra en la ciudad para bailar las tradicionales "vueltas" en la Plaza de la Paz, junto al Ayuntamiento, y después a la plaza de toros donde se sueltan varias vaquillas.
Poco antes de las 7 de la mañana, se encaminan los vecinos de la localidad riojana de Haro en romería, vestidos de blanco y con el pañuelo rojo en el cuello, hacia los Riscos de Bilibio, junto a la ermita de San Felices de Haro. El Regidor Síndico abre la comitiva a caballo.
Una vez que el Regidor Síndico coloca el pendón de la ciudad en lo más alto de los riscos, da comienzo la misa en la ermita, y acto seguido comienza la Batalla del Vino. Todos los presentes se arrojan el vino los unos a los otros, sin importar si se es amigo o enemigo. Cualquier arma (que no sea de vidrio) para arrojar el vino es bienvenida (botas, botellas, sulfatadoras, pistolas de agua,...).
Sobre las 10:30 de la mañana, cuando ya se van acabando las fuerzas y las municiones, la gente se va retirando hacia los alrededores para secar sus ropas y reponer fuerzas con un suculento almuerzo donde no faltan los típicos caracoles.
Al finalizar el almuerzo, los supervivientes vuelven a Haro de nuevo en romería, hasta el puente sobre el río Tirón. A las 12 del mediodía se entra en la ciudad para bailar las tradicionales "vueltas" en la Plaza de la Paz, junto al Ayuntamiento, y después a la plaza de toros donde se sueltan varias vaquillas.
Ya voy cumpliendo años y cada vez me va gustando menos que me duchen de vino, je, je.
ResponderEliminarMuy buen y documentado post.
Chao.
Yo estoy deseando que llegue la siguiente batalla de blogs!!:)
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