Las fiestas patronales de Huesca en honor a San Lorenzo (nacido en Huesca) se celebran del 9 al 15 de agosto. Es una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional desde el año 2005. La ciudad se tiñe de blanco y verde e irradia un olor a albahaca inconfundible.
Las Fiestas comienzan la mañana del día 9 de agosto. Los oscenses tienen la costumbre de reunirse temprano para almorzar unos fantásticos huevos fritos en alguno de los numerosos bares y restaurantes de la ciudad, y de allí ir al chupinazo. A las 12 en punto del mediodía, se lanza el cohete anunciador del comienzo de las fiestas desde la Plaza del Ayuntamiento, abarrotada de gente en su mayoría jóvenes, que aguardan impacientes el inicio de las fiestas laurentinas y cambian los colores blanco y verde característicos de la fiesta, por el morado del vino que se tiran por encima.
Una vez estalla el cohete, se desata la alegría y la euforia al son de la música característica de San Lorenzo que suena por la megafonía. Después las Peñas, con sus charangas van en una especie de cabalgata festiva por el coso hasta la Basílica de San Lorenzo, donde tiene lugar el tradicional saludo y la colocación de la pañoleta verde al Santo. Muchos oscenses y visitantes continúan la fiesta hasta que el cuerpo aguante con toda la tarde y la noche por delante.
Las Fiestas de San Lorenzo tienen numerosos actos para todos los públicos, y es una fiesta muy popular que sobre todo se celebra y se vive en la calle. Entre sus actos más destacados están la actuación de los Danzantes, las corridas de toros (donde los oscenses, además de presenciar la corrida taurina, van a merendar, beber, bailar y a disfrutar de la auténtica fiesta), las jotas o bailes regionales, la suelta de vaquillas, los gigantes y cabezudos (tan característicos y representativos de la ciudad de Huesca), la ofrenda de flores y frutos a San Lorenzo la tarde del día 15, conciertos, verbenas, vaquillas, ferias, y sobre todo mucho ambiente y animación en la calle!
Conviene no pisar la calle durante las primeras horas de la tarde por el intenso calor que suele hacer en Huesca en el mes de agosto. La mejor opción: siesta y/o toros.
Es la mañana más esperada por los oscenses. La mañana de la primera actuación de los Danzantes de Huesca, sus danzantes, ante la basílica de San Lorenzo. Algo tienen estos danzantes que llegan a emocionar a todo oscense que allí acude a presenciar sus dances tradicionales, los dances que han visto año tras año, y que vieron sus padres, y sus antepasados. Los dances que vieron por primera vez con sus padres cuando eran niños (en su primer madrugón de los de verdad), y que llevarán a sus hijos en cuanto tengan la oportunidad de hacerlo. Aunque la actuación comienza a las 8:30, son muchos los oscenses (de todas las edades) que permanecen esperando desde las 5 o las 6 de la madrugada para coger el mejor sitio.
Tras la actuación de los danzantes, sale de la misma basílica de San Lorenzo la procesión religiosa con el busto de plata de San Lorenzo, el clero, las autoridades y los Danzantes como principales protagonistas. Son muchos los oscenses que acuden a presenciarla con gran respeto y devoción vestidos de blanco inmaculado y su mejor pañoleta verde.
La despedida al Santo
El último día de las fiestas laurentinas (15 de agosto) a eso de las 11:30 de la noche, los oscenses se reúnen a las puertas de la iglesia de San Lorenzo, donde todavía permanece visible en la fachada la enorme parrilla verde y blanca que los participantes en la Ofrenda de flores y frutos de por la tarde han ido conformando con sus ofrendas, para despedir al Santo y a las fiestas. Miles de oscenses alzan sus pañoletas y entonan el tradicional "Adiós San Lorenzo, adiós". Es un acto muy emotivo donde más de uno de uno deja caer alguna que otra lagrimita.
Origen de la Fiesta
La fiesta tuvo su orígen en una celebración religiosa (como la mayoría de las fiestas), donde su acto principal era la procesión del día de San Lorenzo (10 de agosto). Posteriormente, en los S. XVI y XVII, se fueron incorporando a la celebración una corrida de toros y una feria comercial. Es en la segunda mitad del S. XVII cuando se tienen referencia de las primeras actuaciones de los Danzantes de Huesca y de la comparsa de Gigantes y Cabezudos.
A mediados del S. XX tiene lugar la aparición de las Peñas Recreativas Oscenses que contribuyeron activamente para potenciar las fiestas laurentinas y que sean lo que hoy son. Son precisamente las Peñas las que instauran la típica vestimenta blanca y pañuelo verde tan representativo de estas fiestas, al igual que la albahaca que también se ha convertido en un símbolo de la fiesta.
¿Qué os puede decir un oscense como yo? Que os vistáis de blanco, os pongáis una pañoleta verde, os dejéis llevar por el ambiente de las Fiestas con más encanto, y gritéis a los 4 vientos...
Viva San Lorenzo!! Y Viva Huesca que es mi pueblo!!